domingo, 24 de mayo de 2015

11.

Cierro los ojos con fuerza. Llueve más que nunca y estoy calada hasta los huesos. Empiezo a revivir los momentos de las últimas semanas: un chico nuevo acosador que me gustaba, mi mejor amigo se muda y resulta que nos gustamos, pérdida de amigas.
Creo que ha sido la época más dolorosa de mi vida, y he decepcionado a Mao. Eso es lo que me importa ahora.
Adelanto un pie dejándolo en el vacío y abro los ojos. Las lágrimas corren por mis mejillas cuando oigo un lejano grito pero sonrío adelantando el otro pie. De pronto siento unos brazos rodeando mi cintura pero a pesar de ellos estoy cayendo arrastrando conmigo a quien sea que me ha cogido. Un brazo sigue rodeando mi cintura sujetándome contra un cuerpo trabajado mientras que el otro nos sujeta al borde del puente. Soy incapaz de reaccionar, casi no puedo ni respirar y sé que un movimiento en falso llevará conmigo a alguien que está arriesgando su vida por la mía.
El chico que me sujeta grita:
-¡Socorro! ¡Ayuda por favor!
Es Marcos, no puede ser, esa voz es de Marcos. Me quedo en un estado de shock, ¡no puede ser él! Pero de pronto todo se vuelve negro.

Siento que sea tan corto, es solo un mini-capítulo que enlaza la historia al siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario