-Shh- susurra mientras me abraza- No pasa nada Ki.
-No entiendo que...-se me corta la voz en un sollozo-.
-Puedes desahogarte sin más, luego buscaremos los motivos-responde poniéndome un dedo en los labios haciéndome callar-.
Sigo llorando entre sus brazos y él me acaricia con cariño el pelo, Marcos, ese chico tres días mayor que yo en el que siempre en confiado... Pasa el tiempo y yo sigo sollozando con sus brazos apretándome contra su pecho hasta que se oye un ruido en la puerta, es mi madre, Marcos y yo llevamos un rato en mi habitación y pregunta si queremos algo de comer. Me aparto rápidamente de él y me limpio la cara, abro la puerta y veo a mi madre sonriente:
-No gracias mamá, estamos bien- digo haciendo mi mayor esfuerzo por sonreír-.
-¿Seguro?, bueno vale- me da un beso en la frente y se va enseguida-.
Marcos me mira:
-Kiara- dice serio- ahora si, ¿qué pasa?
-No lo sé- intento parecer fuerte pero me tiembla demasiado la voz-.
-¿Crees que podrás aguantar ir a clase?
-Claro que podré.
-Eso espero...-me da un beso protector en la frente y me revuelve el pelo- Tengo que irme a casa, es bastante tarde, nos vemos mañana.
-Adiós Mao- digo usando el apodo que le puse cuando erámos pequeños y sonrío a pesar de las lágrimas-.
Se gira y me mira algo sorprendido- Adiós Ki- se va dejándome sola con mis pensamientos-.
Me escondo bajo las sábanas... Sé por qué me ha preguntado lo de volver a clase, no soporto que la gente me juzgue, no puedo aguantarlo y el lo sabe. Ahora todos me juzgan más que nunca, estoy deseando quedarme aquí, esperar a que Mao vuelva y me abrace de nuevo, no tener que volver allí nunca más... Allí donde todos leyeron lo que había escrito en ese cuaderno...mi "diario". El único que sabía que existía era él...Marcos, había leido algunas partes pero si yo no quería el jamás preguntaba, es demasiado personal, todos mis sentimientos, ahora todos saben lo que hay ahí...todos.
%2B00.15.25.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario