Estoy en mitad de clase de geografía pero no me entero de nada, solo puedo pensar "Marcos, Marcos, Marcos, Marcos..." le quiero mucho, sigo sin saber si siento el mismo tipo de amor que siente él por mi pero le quiero, y le hecho de menos, tan solo ha pasado una tarde y le echo de menos. Lo bueno es que no se ha ido de España así que puedo llamarle.
Pero se ha ido...se ha ido de aqui...de mi lado...joder le echo demasiado de menos, he vivido demasiadas cosas con él como para que aho...
-¿¡Kiara?!
-¿Q-qué?- pregunto sorprendida-.
- Joder llevo un rato gritandote al oido tu nombre y no dabas señales de vida-suspira Anne, una...amiga, la chica que estaba ayer con Sam despues de las clases-.
-Ah...lo siento, ¿por qué me llamabas?-digo consciente de que nos mira toda la clase por sus gritos-.
-Estás llorando.
-Eh yo no...-me toco las mejillas y las tengo húmedas- oh..ya..no es nada.
Pero se ha ido...se ha ido de aqui...de mi lado...joder le echo demasiado de menos, he vivido demasiadas cosas con él como para que aho...
-¿¡Kiara?!
-¿Q-qué?- pregunto sorprendida-.
- Joder llevo un rato gritandote al oido tu nombre y no dabas señales de vida-suspira Anne, una...amiga, la chica que estaba ayer con Sam despues de las clases-.
-Ah...lo siento, ¿por qué me llamabas?-digo consciente de que nos mira toda la clase por sus gritos-.
-Estás llorando.
-Eh yo no...-me toco las mejillas y las tengo húmedas- oh..ya..no es nada.
-Puede ir al servicio si lo necesita-dice profesor de geografía-.
-Gracias...-murmuro algo confusa y me voy al baño.
Me miro en el espejo...que pinta tengo, con estas ojeras y los ojos rojos de llorar ayer... Me vuelvo a echar a llorar, le echo demasiado de menos, es una parte muy importante de mi vida...
Joder...ahora tengo que aguantarme las miradas de odio, las críticas, los insultos, y sin él. Y con Sam ahi. Esto va a ser de lo más duro. Me limpio la cara y me intento echar una especie de crema por la cara para que no se note tanto que he llorado. Se sigue notando y queda raro...la verdad, yo nunca me maquillo y no se me da bien esto, no se ni porque tenia la crema en el bolsillo.
Suspiro y salgo decidida a no llorar más cuando me encuentro acorralada contra una esquina por un cuerpo más grande que yo. Retrocedo y mi espalda choca contra la pared mientras que los brazos de un chico moreno se apoyan en la pared al lado de los mios evitando que me mueva. Le miro. Mierda, son esos hipnotizantes ojos azules, ¿qué coño hace aqui Sam?
-Se te ve frágil-susurra esa voz que conozco-.
-¿Q-qué haces?-intento evitar que me tiemble la voz-.
-Shhh-me pone el dedo en los labios-no hables preciosa, necesito admirarte.
-Eh...
-Wow...-se muerde el labio admirado, como aguantando las ganas de algo-.
-¿Sam?
-¿Si, guapa?
-¿Qué haces?-intento apartarme de él-.
-No, no-no me deja moverme y se acerca mucho a mi-quieta ahi.
Me está entrando el pánico, no hay nadie en los pasillos y no va a haber nadie hasta dentro de dos horas y Sam...esta...asi...de raro.
Me besa con pasion y yo intento separarme de él de todas las maneras posibles, él en vez de dejarme ir me pega más contra la pared y se acerca haciendo que sea su cuerpo el que me apriete contra la pared.
-Te deseo-susurra-.
-¿Qué..?..
Me empieza a acariciar la espalda por dentro de la camiseta y yo noto que el tono de rojo de mi cara no debe ser sano. Me estremezco e intento alejarme de él.
-¡S-sam!¡Déjame!
-Shhh-me hace callar volviendome a besar y mueve la mano que tiene en mi espalda de forma que este tocandome el sujetador-.
Intento darle una patada pero tiene sus piernas de manera que no me deja moverlas, intento pegarle pero me ha inmovilizado una mano. No me queda más remedio que pegarle con la mano izquierda, no le habre hecho daño pero se aparta un segundo y me voy corriendo. Llego a clase y me siento como si no hubiera pasado nada pero muy muy roja. Poco más tarde entra Sam y me mira de reojo. Ahora esos ojos azules tan brillantes me asustan, vuelvo a sentir su mano en mi espalda y deseo no tener que quedarme a solas con él nunca más....
-Gracias...-murmuro algo confusa y me voy al baño.
Me miro en el espejo...que pinta tengo, con estas ojeras y los ojos rojos de llorar ayer... Me vuelvo a echar a llorar, le echo demasiado de menos, es una parte muy importante de mi vida...
Joder...ahora tengo que aguantarme las miradas de odio, las críticas, los insultos, y sin él. Y con Sam ahi. Esto va a ser de lo más duro. Me limpio la cara y me intento echar una especie de crema por la cara para que no se note tanto que he llorado. Se sigue notando y queda raro...la verdad, yo nunca me maquillo y no se me da bien esto, no se ni porque tenia la crema en el bolsillo.
Suspiro y salgo decidida a no llorar más cuando me encuentro acorralada contra una esquina por un cuerpo más grande que yo. Retrocedo y mi espalda choca contra la pared mientras que los brazos de un chico moreno se apoyan en la pared al lado de los mios evitando que me mueva. Le miro. Mierda, son esos hipnotizantes ojos azules, ¿qué coño hace aqui Sam?
-Se te ve frágil-susurra esa voz que conozco-.
-¿Q-qué haces?-intento evitar que me tiemble la voz-.
-Shhh-me pone el dedo en los labios-no hables preciosa, necesito admirarte.
-Eh...
-Wow...-se muerde el labio admirado, como aguantando las ganas de algo-.
-¿Sam?
-¿Si, guapa?
-¿Qué haces?-intento apartarme de él-.
-No, no-no me deja moverme y se acerca mucho a mi-quieta ahi.
Me está entrando el pánico, no hay nadie en los pasillos y no va a haber nadie hasta dentro de dos horas y Sam...esta...asi...de raro.
Me besa con pasion y yo intento separarme de él de todas las maneras posibles, él en vez de dejarme ir me pega más contra la pared y se acerca haciendo que sea su cuerpo el que me apriete contra la pared.
-Te deseo-susurra-.
-¿Qué..?..
Me empieza a acariciar la espalda por dentro de la camiseta y yo noto que el tono de rojo de mi cara no debe ser sano. Me estremezco e intento alejarme de él.
-¡S-sam!¡Déjame!
-Shhh-me hace callar volviendome a besar y mueve la mano que tiene en mi espalda de forma que este tocandome el sujetador-.
Intento darle una patada pero tiene sus piernas de manera que no me deja moverlas, intento pegarle pero me ha inmovilizado una mano. No me queda más remedio que pegarle con la mano izquierda, no le habre hecho daño pero se aparta un segundo y me voy corriendo. Llego a clase y me siento como si no hubiera pasado nada pero muy muy roja. Poco más tarde entra Sam y me mira de reojo. Ahora esos ojos azules tan brillantes me asustan, vuelvo a sentir su mano en mi espalda y deseo no tener que quedarme a solas con él nunca más....
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