miércoles, 15 de julio de 2015

13.

-Buenos días -suena una voz malhumorada.
-Buenos días -respondo a mi madre preparándome un café y recordando el día anterior- ¿dónde está Ian?
-Ya se ha ido.
-¿Al colegio?, ¿sin esperarme?
-Sí, aunque no al colegio de siempre.
-¿Qué quieres decir?
-Ha ido a un internado. 
-¿Qué? -estoy segura de que lo he entendido mal.
-Ha ido a un internado -repite sin subir el tono de voz.
-¿Que, qué!? ¿¡Sin despedirse?! ¿¡Sin decirme nada?!
-Si, Alberto me dio la idea, aún es pequeño y no se porta demasiado bien, quiero que esté bien educado cuando crezca -explica seria.
-¡Pues aprende a educarle tú!¡Lo que quiere ese tío es deshacerse de nosotros cuanto antes!
-No hables así de él, sabes que le quiero y es tu padrastro.
-¡¡Me da igual lo que sea!! Ese hombre nos odia, ¡y a ti te da igual!
-Kiara... -trata de hacerme razonar.
-¡Déjame en paz!¡No quieres ni educar a tu hijo!Y a mi, la maleducada de la casa, ¡¡no me dices nada de que se va!!-cojo el café y salgo dando un portazo.
Intento asimilarlo mientras camino hacia el instituto, ni siquiera me salen las lágrimas, solo me da vueltas todo. Una imagen de Ian siendo arrastrado por Alberto hacia un coche que le llevará al internado no abandona mi cabeza, necesitaba haberme despedido al menos. Llego a clase y me siento intentando ser consciente de algo a mi alrededor pero soy incapaz, simplemente veo imágenes de Ian, mi odio por Alberto aumenta a cada segundo y empiezo a odiar de la misma manera a mi madre, ¿por qué está tan ciega? Ese hombre solo decide lo que ella tiene que hacer dejándose a si mismo la mejor vida posible y una mujer en la cama, es increíble que ella no lo vea. 
Y mientras tanto Ian tiene que pagarlo, irse a un internado porque resulta que a mi madre le da pereza tratar de educarle al ver que conmigo ha fallado. Porque por supuesto el hecho de que quiera que mi hermano sea educado en un internado implica que odia como soy yo, mi forma de ver el mundo, mi desprecio hacia las normas y mi vida en general y no quiere que él acabe como yo. Eso sin contar con la influencia de su novio claro.
Desde que ese hombre se ha introducido en nuestras vidas mi madre no es la misma, se deja llevar por todo lo que él dice, me grita por todo, regaña a Ian por el simple hecho de quedar con sus amigos, parece que de pronto nos odiase. Y con él no es la mujer que era con mi padre, dulce y tímida. Es una fiera desesperada, el resto del mundo desaparece y ella se muere por el hombre que está destrozando su vida. 
Unos brazos me sacuden con fuerza y de pronto veo esos ojos azules que tanto conozco y su boca diciendo algo que no escucho, giro rápidamente la cabeza  y veo a toda la clase mirándome y un reloj por el que ha pasado más de una hora desde que lo vi por última vez. Me he indignado tanto que mi alrededor a desaparecido.
-¡Te llaman Kiara!- por fin oigo la voz de Sam.
-Ah -respondo aún ida mientras me levanto- voy.
-En la puerta de clase.
Me encamino hacia la salida con toda la clase mirándome y los ojos de Mario clavados en mi más que ningunos.
-¡Ki! -ahí está a quien necesitaba ver- ¿cómo estás?
-Bien, Mao, ¿y tú?
-Yo bien pero ¿y lo de ayer?¿Por qué tardabas tanto en salir?
-Me he quedado embobada lo que llevamos de clase, ¿qué paso ayer? y...¿qué haces aquí? ¿No tienes hoy clase?
-Mis padres me han dado permiso para quedarme unos días aquí, ¿cómo que qué pasó ayer? ¿No lo recuerdas?
-No - en mi mente se empiezan a mezclar las imágenes de Ian con las de ayer, con los ojos empapados de lágrimas de Mao bajo la lluvia, los ojos azules de Sam mirándonos con indiferencia después de habernos levantado, el puente, los brazos de Mao rodeándome, y millones más. La cabeza me da vueltas, creo que me caigo al suelo y de mis ojos empiezan a caer lágrimas.
Vuelvo a sentir los brazos de Marcos rodeándome pero esta vez para darme un abrazo, rodeo su cuello con mis brazos y él me coge levantándome en el aire y llevándome a nuestro árbol. Mis lágrimas siguen cayendo sobre su espalda pero no lo noto ya que estoy muy mareada y se me mezclan todos los horribles acontecimientos que estoy viviendo estos días.
Mao, en silencio, me sube al árbol y sube él volviendo a abrazarme en seguida. Trato de asimilar todo lo que ha pasado, Mao, Ian, Sam, Alberto, mi madre, demasiadas cosas, demasiada gente. Siento que me caigo del árbol, cierro los ojos y Marcos me sujeta sin dejarme caer.
- ¿Qué más ha pasado?
-Mi hermano, el puto novio de mi madre le ha enviado a un internado, sin decirme nada.
-¿¡Qué?!- Marcos le tiene mucho cariño- No puede ser.
-Pues es así Marcos, se quiere deshacer de nosotros y mi madre no se entera, no me acordaba de lo de ayer y se me están acumulando muchas cosas. Me he pasado desde que he entrado a clase soñando despierta, ¡ni siquiera estaba viendo la clase! Esto me está dando mucho miedo, quiero a mi hermano aquí y todo como era antes de que apareciera Alberto, antes de Sam, antes de que te fueras, antes de que leyeran mi cuaderno, quiero retroceder...
-¿Y antes de que te dijera que me gustabas? ¿Antes de haber besado a Sam? ¿De haberme besado a mi? ¿Antes de que tu hermano te cuidara como si fuese mayor que tú? Han pasado unas cuantas cosas buenas y tienes que centrarte en ellas.
-Pero... ¿Ian?
-Le vamos a buscar, y seguro que el estúpido de Sam se apunta encantado.

domingo, 24 de mayo de 2015

12.

-¡Kiara! Despierta, despierta, despierta por favor - oigo una voz distorsionada.
No puedo abrir los ojos por mucho que lo intente, mientras me esfuerzo por abrirlos sigue sonando esa voz que no logro reconocer y se mezcla con otra, lo único que descubro es que ambas son masculinas.
Cuando por fin despego los párpados descubro cuatro figuras moviéndose a toda velocidad, no, espera, son solo dos. Estoy muy mareada.
-¡Ki!-empiezo a ser consciente de mi alrededor, son Marcos y Sam. ¿Qué ha pasado? ¿Qué hacen juntos sin discutir?
-¿Qué... qué ha pasado?- murmuro confusa.
-Que te has vuelto loca- se oye la voz fría del chico de ojos azules.
-¿Recuerdas que te he visto antes con él?-dice Marcos recalcando el rencor en la última palabra y señalando a Sam. 
-Si..- respondo al recordarlo, incluyendo el beso y el puente.
-Después de es te he encontrado a punto de tirarte de un puente y te he cogido en brazos, con la mala suerte de caer también y...digamos que "eso" nos ha salvado- explica sin mirar al otro chico.
Ah-susurro-ya me acuerdo, pero mis recuerdos se cortan cuando te sujetaste al puente.
-Has perdido el conocimiento-dice Sam tranquilamente.
-Ahora que ya te acuerdas ¿¡qué se te ha pasado por la cabeza!? ¿Eres idiota o qué? ¡Te habrías matado!-grita Marcos mirándome con unos ojos hundidos en miedo y de los que, me acabo de dar cuenta, no paran de caer lágrimas.
- L-lo siento -murmuro- te he hecho enfadar mucho antes y he creído que estarías mejor sin mi.
Sam se aleja un poco dejándonos intimidad.
-¡Eres estúpida!- grita de nuevo Mao a la vez que se impulsa hacia mi besándome con miedo a perderme y más pasión que nunca, yo sorprendida correspondo el beso. Cuando me separo a recuperar el aliento, él besa mi cuello y levanta la mirada- eres totalmente estúpida pero te quiero.


Siento hacer estos capítulos tan cortos T.T iré subiendo más en cuanto pueda.

11.

Cierro los ojos con fuerza. Llueve más que nunca y estoy calada hasta los huesos. Empiezo a revivir los momentos de las últimas semanas: un chico nuevo acosador que me gustaba, mi mejor amigo se muda y resulta que nos gustamos, pérdida de amigas.
Creo que ha sido la época más dolorosa de mi vida, y he decepcionado a Mao. Eso es lo que me importa ahora.
Adelanto un pie dejándolo en el vacío y abro los ojos. Las lágrimas corren por mis mejillas cuando oigo un lejano grito pero sonrío adelantando el otro pie. De pronto siento unos brazos rodeando mi cintura pero a pesar de ellos estoy cayendo arrastrando conmigo a quien sea que me ha cogido. Un brazo sigue rodeando mi cintura sujetándome contra un cuerpo trabajado mientras que el otro nos sujeta al borde del puente. Soy incapaz de reaccionar, casi no puedo ni respirar y sé que un movimiento en falso llevará conmigo a alguien que está arriesgando su vida por la mía.
El chico que me sujeta grita:
-¡Socorro! ¡Ayuda por favor!
Es Marcos, no puede ser, esa voz es de Marcos. Me quedo en un estado de shock, ¡no puede ser él! Pero de pronto todo se vuelve negro.

Siento que sea tan corto, es solo un mini-capítulo que enlaza la historia al siguiente.

viernes, 27 de marzo de 2015

10.

No, no, ¡no! ¡Marcos! ¿Cómo ha llegado aquí? Ahora pensará que Sam y yo...¡No! ¡Esto no es justo! Yo le quiero a él y justo ahora...¿por qué no ha avisado? Quiero estar con él, quiero poder abrazarle, quiero ser en quien confíe y quien ame y ahora... ¡no! 
Empiezo a correr llorando dejando a Sam en el banco, sin entender nada. Corro y corro a punto de desmayarme por el maldito agotamiento, pero sigo corriendo, jadeando, llorando, siguiendo a esa persona que probablemente ahora me odie. Empieza a llover y sigo, llorando, me caigo al suelo y vuelvo a levantarme, sigo corriendo en busca de su perdón y por fin veo su sudadera azul. Su espalda apoyada en la pared, la capucha calada hasta los ojos, las manos en los bolsillos y el oscuro flequillo cayendo sobre su triste mirada. 
-¡¡Marcos!!
Se gira como si no me hubiera visto ni oído pero ya he visto las lágrimas rodando por sus mejillas.
-¡Marcos!,no es lo que parece...
Oh ¡vamos! Es lo peor que podía decirle, queda de excusa falsa. ¿Qué le digo? ¡Solo le quiero a él! No lo va a creer...¿Cómo lo explico? 
Me acerco a él llorando, le miro:
-Te quiero...
-No mientas-responde por primera vez dando a entender que si me ha visto.
-No estoy mintiendo, te quiero-digo entre sollozos con toda la sinceridad que se expresar.
-Cállate.
-Marcos, lo siento, no...no me gusta Sam.
-Déjame en paz-mira al suelo haciendo que no existo.
Le miro, veo el dolor en sus ojos "lo siento" es todo lo que se me ocurre decir pero... Con eso daría a entender que Sam me gusta, que eso es lo que siento y no es así, siento que pareciera eso.
No me mira y yo sigo con la mirada clavada en sus ojos, en las amargas lágrimas que se derraman. Oigo su suave respiración y la mía agitada, sus latidos del corazón acelerados y la lluvia que cae. Me mira, con odio, con amor ¿cómo es eso? Ambos sentimientos confluyen en un punto, en su mirada, ambos dedicados a mi. 
Casi inconscientemente me pongo de puntillas con lentitud, me acerco a él mientras llora y no entiende. Yo sigo teniendo las mejillas empapadas pero ya no lloro, rozo mis labios con los suyos y le beso, con todo el amor y el arrepentimiento que siento. Él no me corresponde pero tampoco se mueve, siento sus lágrimas en mis mejillas mezcladas con las gotas de lluvia. Me abraza, me besa, descarga todo en el beso, descarga amor, pasión, descarga todos esos "te echo de menos" y esos llantos a distancia, descarga el rencor y el odio que le he hecho sentir. Respiro y le miro a los ojos llorosos, brillantes, preciosos. 
-Lo siento.
-Ya...
-Te quiero-susurro.
-No estoy seguro de si debo confiar en tus palabras- dice frío, dejándome sola bajo la lluvia.
Suspiro y me echo a llorar sin moverme, me da igual el frío, me da igual la lluvia, me da igual la gente, me siento estúpida y me odio. Empiezo a andar sin un rumbo fijo, vagando por calles que no había visto nunca antes. Debería estar en el instituto, quizá ya hayan avisado a mi madre, eso también me da igual. El cielo está oscuro cubierto por nubes grises, empiezo a correr sin saber a donde voy, el pelo mojado me tapa parte de la cara y las lágrimas llegan a mis oídos por el viento, llego a un puente. Adiós Marcos, te amo. Adiós Sam, te odio. O eso creo... Adiós Ian, te quiero. Adiós mamá, lo siento.

jueves, 19 de marzo de 2015

9.

Llego al instituto. Otro día con Sam, sin Marcos. Otro día sin motivos para aguantarlo, solo por el pequeño rayo de esperanza de volver a ver a Marcos. Me siento en mi sitio al fondo de la clase, a mi pesar al rato se sienta Sam a mi lado.
-Hola- saluda como si no hubiera pasado nada.
No respondo y aparto un poco la mesa de la suya sin mirarle. En seguida empiezo a hacer dibujos en mi cuaderno tratando de no mirarle, él simplemente junta su mesa a la mía pero no me habla más en toda la clase. No vuelvo a apartarme, tan solo, porque ya ha llegado la profesora y no quiero que me haga ser el centro de atención pidiéndome que vuelva a juntarme a Sam.
Terminan las clases de la mañana y salgo al patio, genial no tengo con quien ir, genial... Voy al árbol al que solíamos ir Mao y yo. Lo escalo y me quedo ahí pensando en como han cambiado las cosas de golpe.
Noto un roce en el pelo y me giro:
-Hola- me dice Sam que ha subido a mi lado sin que lo note.
-Adiós- digo intentando ser borde a pesar de que tengo miedo, miedo de él.
-Lo siento, no sé que me pasó.
-Ja, ja, ja. Pues nada, lo hecho hecho está. Adiós-repito remarcando la última palabra.
-Kiara de verdad que lo siento-susurra con una mirada más sincera de lo normal en el.
-Ya...-respondo perdiendo poco a poco mi porte frío.
-¿Me perdonas?
-Claro, ¿cómo no te voy a perdonar?. Tan solo me acosaste en el pasillo. No es nada.- sonrío con sarcasmo.
-Perdón...-murmura acariciando mi cuello con una mirada de lobo; una mirada pasional, misteriosa y...terriblemente sexy; una mirada que ya conozco y que por muchísimo miedo que le tenga, de alguna forma me atrae. La misma mirada que tenía cuando me arrinconó en el pasillo.
-No...-aparto su mano débilmente, sin mucha convicción.
-¿Puedo besarte?- dice a su estilo, directo, sin rodeos. Y aún con esa mirada.
-¿Qué?- pregunto sorprendida-¡No!
-Pues lo siento, se que no te gusta que rompan tus normas- susurra echando su aliento en mi cuello.
Al instante estoy tumbada en una rama gruesa del árbol, mis muñecas sujetas contra la corteza por sus manos y sus labios presionando los míos. No puedo moverme, no solo por él, no solo porque me sujeta. No quiero...sentir sus labios...es...es en parte bonito y en parte  horrible. Me besa, y yo no intento moverme hasta que se aparta porque necesita respirar. Según se mueve me echo a llorar inevitablemente, Sam, ¡joder! Me acosa, me besa aunque le diga que no, le odio, ¡le odio! Pero aún así he sido incapaz de apartarme de él. Y además Marcos...¿por qué?¿Por qué se ha tenido que ir? No quiero seguir asi, odio a Sam y echo de menos a Marcos. Odio a Sam, odio a Sam, odio a Sam...¡Odio a Sam!
Y justo en ese momento siento sus brazos rodeándome, mi cara en su pecho y sus manos secando mis mejillas. Yo sigo llorando, no le abrazo pero me apoyo en él, intento evadirme del mundo, evadirme de todo.
-Lo siento- susurra a mi oído con una nota de sinceridad en la voz que jamás había oído en él.
Tan solo otro sollozo más fuerte sale de mi garganta...le...le odio. Creo.
Me da un suave beso en el oído, no puedo más. Me aparto de él y bajo rápidamente del árbol, echo a correr, no sé hacia donde. Salgo del instituto aunque aún quedan clases y en una esquina me apoyo en la pared para recuperar el aliento además de secarme las lágrimas. Caigo de rodillas, estoy totalmente agotada y tan solo he corrido unos metros. Mierda. SFC joder no me acordaba, llevaba un tiempo mejorando. El SFC es el síndrome de fatiga crónica, vamos que básicamente me canso enseguida. Estaba mucho mejor. Joder. Estoy de rodillas en el suelo respirando con fuerza y a punto de desmayarme. No, ¡no! Ahora no...
Siento que alguien me coge en brazos, pasa una mano bajo mis rodillas y otra por la espalda. Me lleva a un parque, a un banco y me tumba. Coloca mi cabeza en sus rodillas y deja que yo respire poco a poco mirándome, no sé quien es, solo puedo pensar en mi respiración, si no me concentro en eso dejaré de respirar y será mucho, mucho peor. Me da igual quien sea en realidad, solo se que me está ayudando.
Abro los ojos léntamente y veo a un Sam de mirada preocupada y leve sonrisa al verme abrir los ojos. Una sensación de terror se apodera de mi cuerpo y empiezo a respirar de una forma entrecortada y muy fuerte. Intento levantarme pero él sorprendido me lo impide. Cierro los ojos y respiro más lentamente, ansiedad, ya, nada más.
Vuelvo a abrir los ojos:
-Lo siento
-No te preocupes ¿qué te ha pasado?- me pregunta.
-Nada importante-murmuro. Levanto la vista y veo unos ojos desde detrás de un árbol. Unos ojos castaños que conozco desde hace muchísimos años. Unos ojos que amo, que me miran con sorpresa, con rencor y curiosidad, pero sobretodo con amor.

8.

Ian se ha ido con sus amigos así que estoy sola en mi habitación. No puedo más...Quería a Sam, luego me decepcionó pero seguía detrás de él y cuando por fin me doy cuenta de que quien merece la pena es Marcos se va. Y para colmo ahora Sam trata de volver conmigo, con mi permiso o sin él. ¡No es justo! Lo he perdido todo... Echo de menos a Marcos...he perdido a mis amigas, a mi mejor amigo, al chico que me gustaba...todo y...
Me levanto de golpe de la cama cogiendo el móvil que suena con la canción "Bleeding out" de Imagine Dragons. Mi canción favorita y sobretodo, la de Marcos. Descuelgo el teléfono:
-Hola-se oye la voz de Marcos al otro lado.
-¿M-marcos?-digo sorprendida.
-Si, ¿qué tal estás?
-E-eh...¿q-qué tal el viaje?
-Bien, Kiara, ¿qué ha pasado?
-Pues...nada importante-digo intentando que no me tiemble la voz-Sam me ha...bueno ha intentado digamos que..acercarse más a mi. Y te echo de menos.
-A ver déjame que lo entienda...¿Te ha...arrinconado?
-Más o menos...
-Ki...
Suspiro con la respiración entrecortada. Le echo mucho de menos. No puedo seguir así.
-Kiara...te quiero.
-Y yo a ti... no puedo estar así...sin ti.
-Te quiero, y te voy a seguir queriendo, siempre.
-Vale, tenemos que...volver a encontrarnos Mao...
-S-si-dice a punto de llorar- Volveremos a estar juntos...sin esta distancia que se lo carga todo...Kiara...t-te lo prometo.
-Entre los dos...lo vamos a conseguir- le respondo sorprendida por sus lágrimas.
Se oye un sollozo al otro lado de la línea y yo también me echo a llorar. Pasamos así un rato, escuchando los sollozos del otro, la respiración fuerte y los latidos acelerados.
-T-te quiero- murmura entre lágrimas.
-Y yo a ti-afirmo intentando sonar fuerte.
-No dejes que Sam se acerque a ti ¿vale? No quiero que sufras... y menos por alguien como él.
-Vale, y tu...no dejes que se te acerque ninguna chica. Bueno si pero a ser posible...no dejes que yo me entere.
-La única chica que quiero que se acerque a mi eres tú...-susurra aun con la voz entrecortada.
-Lo conseguirás...-respondo en el mismo tono- ¿juntos?
-Juntos-afirma.
-Te quiero
-Y yo a ti princesa, espérame, llegare allí algún día.
-Genial-sonrio con lágrimas en la cara-tengo que irme, lo siento-le explico mientras se oye a mi madre gritar que vaya a poner la mesa.
-Vale, te quiero, adiós.
-Adiós, yo a ti también.
Bajo corriendo a poner la mesa después de haberme lavado la cara y haberme puesto maquillaje para que no se note el rojo de mis ojos. A pesar de todo, Ian, que acaba de llegar a casa, me mira desconfiado, sabiendo que ha pasado algo.

domingo, 22 de febrero de 2015

7.

Llegué a casa aun confusa por todo lo que había pasado y asustada, sobretodo muy asustada.
-Hola-dijo mi madre que estaba en el salón leyendo- ¿qué tal las clases?
-Muy bien- afirmo rapidamente con una sonrisa- tengo que hacer muchos deberes, ¿voy a ponerme a ello vale?
-Claro.
-Hasta luego-me acerco a darle un abrazo y me voy a mi cuarto mientras ella se mete de nuevo en la lectura-.
Saco los libros y los esparzo por mi mesa...muchos deberes, poca concentración. Sam... ha sido demasiado raro, yo creia que era un chico normal, luego un ligón..de estos que van con todas pero ahora...no se que pensar. Sin darme cuenta voy reviviendo ese horrible momento...su olor...su sonrisa de superioridad...
-¡Kiara!-se oye al otro lado de la puerta-.
-Eh...pasa-digo al darme cuenta de que me habia quedado "soñando" recordando el momento-.
-Vale...-entra Ian, mi hermano. Es la personita que más quiero, tiene 6 años menos que yo, tiene 10 pero me entiende casi tan bien como Marcos y siempre le cuento todo... (porque me hace un interrogatorio cada día, pero bueno, detalles sin importancia)- ¿Por qué no contestabas?
-Nada, estaba en mi mundo como...
-Como siempre-termina el la frase-.
-Si...
-Estás muy rara-murmura-¿qué ha pasado?¿el chico nuevo ese?
-Pues...s-si...
-¿Se ha ido con otra chica más o algo?
-Al contrario...-susurro aguantandome un sollozo-.
-¿Ha ido contigo?¿Entonces que es lo malo?
-Ian...me ha acosado-digo mordiendome el labio-.
-¿Qué?-pregunta sin asimilarlo-.
-Ha intentado...besarme...sin que yo quisiera...
-¿¡Qué!? ¡Ese pedazo de...! ¿Por qué no puedo tener solo unos años más? Iría y le pegaria una paliza por tratarte asi...¿Kiara..estas bien?
-Si tranquilo- sonrio-.
-¿Seguro?-dice aun alterado-.
-Si...tranquilo pequeñajo-le revuelvo el pelo- Yo soy la mayor además ¿no?
-Supongo..-dice mientras me abraza-.
Le abrazo de vuelta...como le quiero <3.

domingo, 15 de febrero de 2015

6.

Estoy en mitad de clase de geografía pero no me entero de nada, solo puedo pensar "Marcos, Marcos, Marcos, Marcos..." le quiero mucho, sigo sin saber si siento el mismo tipo de amor que siente él por mi pero le quiero, y le hecho de menos, tan solo ha pasado una tarde y le echo de menos. Lo bueno es que no se ha ido de España así que puedo llamarle.
Pero se ha ido...se ha ido de aqui...de mi lado...joder le echo demasiado de menos, he vivido demasiadas cosas con él como para que aho...
-¿¡Kiara?!
-¿Q-qué?- pregunto sorprendida-.
- Joder llevo un rato gritandote al oido tu nombre y no dabas señales de vida-suspira Anne, una...amiga, la chica que estaba ayer con Sam despues de las clases-.
-Ah...lo siento, ¿por qué me llamabas?-digo consciente de que nos mira toda la clase por sus gritos-.
-Estás llorando.
-Eh yo no...-me toco las mejillas y las tengo húmedas- oh..ya..no es nada.
-Puede ir al servicio si lo necesita-dice  profesor de geografía-.
-Gracias...-murmuro algo confusa y me voy al baño.
Me miro en el espejo...que pinta tengo, con estas ojeras y los ojos rojos de llorar ayer... Me vuelvo a echar a llorar, le echo demasiado de menos, es una parte muy importante de mi vida...
Joder...ahora tengo que aguantarme las miradas de odio, las críticas, los insultos, y sin él. Y con Sam ahi. Esto va a ser de lo más duro. Me limpio la cara y me intento echar una especie de crema por la cara para que no se note tanto que he llorado. Se sigue notando y queda raro...la verdad, yo nunca me maquillo y no se me da bien esto, no se ni porque tenia la crema en el bolsillo.
Suspiro y salgo decidida a no llorar más cuando me encuentro acorralada contra una esquina por un cuerpo más grande que yo. Retrocedo y mi espalda choca contra la pared mientras que los brazos de un chico moreno se apoyan en la pared al lado de los mios evitando que me mueva. Le miro. Mierda, son esos hipnotizantes ojos azules, ¿qué coño hace aqui Sam?
-Se te ve frágil-susurra esa voz que conozco-.
-¿Q-qué haces?-intento evitar que me tiemble la voz-.
-Shhh-me pone el dedo en los labios-no hables preciosa, necesito admirarte.
-Eh...
-Wow...-se muerde el labio admirado, como aguantando las ganas de algo-.
-¿Sam?
-¿Si, guapa?
-¿Qué haces?-intento apartarme de él-.
-No, no-no me deja moverme y se acerca mucho a mi-quieta ahi.
Me está entrando el pánico, no hay nadie en los pasillos y no va a haber nadie hasta dentro de dos horas y Sam...esta...asi...de raro.
Me besa con pasion y yo intento separarme de él de todas las maneras posibles, él en vez de dejarme ir me pega más contra la pared y se acerca haciendo que sea su cuerpo el que me apriete contra la pared.
-Te deseo-susurra-.
-¿Qué..?..
Me empieza a acariciar la espalda por dentro de la camiseta y yo noto que el tono de rojo de mi cara no debe ser sano. Me estremezco e intento alejarme de él.
-¡S-sam!¡Déjame!
-Shhh-me hace callar volviendome a besar y mueve la mano que tiene en mi espalda de forma que este tocandome el sujetador-.
Intento darle una patada pero tiene sus piernas de manera que no me deja moverlas, intento pegarle pero me ha inmovilizado una mano. No me queda más remedio que pegarle con la mano izquierda, no le habre hecho daño pero se aparta un segundo y me voy corriendo. Llego a clase y me siento como si no hubiera pasado nada pero muy muy roja. Poco más tarde entra Sam y me mira de reojo. Ahora esos ojos azules tan brillantes me asustan, vuelvo a sentir su mano en mi espalda y deseo no tener que quedarme a solas con él nunca más....

jueves, 12 de febrero de 2015

5.

Ahí está Sam, me acerco a él pero veo que tiene compañía, ¿Sandra? ¿Qué hace con él? O-oh..s-se están...besando. Genial, me hago ilusiones...para esto. Y además Sandra, ¿tantas ganas tiene de hacerme daño? ¿Y Sam? ¿Por qué hace eso? No le gusto...Se me están llenando los ojos de lágrimas pero no, no voy a llorar por alguien que conozco desde hace dos días.
Me siento en mi sitio de siempre y pongo mis cosas en la mesa de al lado, la mesa de...Sam.Ellos están al lado de la puerta pero no se les ve mucho, saco un cuaderno y empiezo a garabatear frustrada. Joder, siempre es igual, me gusta, se acerca a mi y cuando voy a conseguir algo ¡BOOM! Aparece otra chica que le interesa más y se va.
-¡Hola!-dice Sam con esa sonrisa "seductora" después de separarse de Sandra.
-Ah, hola.
-¿Me dejas sentarme?-pregunta señalando mi mochila-.
-Claro...-respondo molesta quitando la mochila de la mesa-.
-Ehh, ¿qué pasa?-me acaricia la mejilla-.
-Nada-contesto mientras aparto su mano-.
-Vamos Kiara...-dice apoyando sus manos en mis hombros y acariciandolos-.
-No pasa absolutamente nada-afirmo mientras me aparto- pero creo que no te importara si ya no puedes ligar conmigo, ya tienes a Sandra.
-Oh vamos...no es lo que pare...
-¡Es la peor excusa que existe!-grito sin dejarle acabar- Por un momento había pensado que yo te interesaba...
-Y me interesas-dice acercándose a mi- Mucho más que ella, pero me lo ha pedido y...
-No, me equivocaba, esa excusa es aun peor.
-Kiara...-se acerca aun más a mi- Me gustas mucho.
-¿Si?-me aparto bruscamente- Pues haberme besado a mi en vez de a ella, se siente, ahora vete con ella.
Me mira firmemente y me coge de los brazos haciéndome acercarme a él:
-No quiero irme con ella.
-Que pena, es la única opción que te queda-digo fríamente e intento apartarme sin mirarle.
Sam me sigue sujetando cerca de él y tiene más fuerza que yo.
-Déjame.
-No...-susurra mientras se acerca aun más y me besa-.
¿¡¿QUÉ?!? ¿Por qué hace eso? D-duele...
Estoy inmóvil y empiezan a rodar lágrimas por mis mejillas que llegan a nuestros labios. Me aparto de golpe, le empujo y me levanto:
-¡No me hagas esto joder!
-¿Qué?
-Déjame en paz...-digo separando mi mesa de la suya.
-Eh...
-...-no le respondo nada-.
-¿Vale?-dice confuso y saca las cosas de la siguiente clase.
Paso de él durante lo que queda de clases como si no existiera y en cuanto terminan salgo de ahí. Veo a Marcos y me acerco a él:
-Kiara, tengo algo que decirte-me avisa- Bueno, varias cosas en realidad-.
-V-vale-digo aun con las mejillas empapadas-.
-¡Eh!¿Qué ha pasado?
-Nada, Sam...bueno besa a Sandra y después intenta negarlo y hacerme creer que le intereso...
-¿Por eso lloras?
-Y por...-suspiro- Un beso.
-Oh...-me abraza-.
-Ahora cada vez le odio más- mientras le abrazo- Y mi amor por él va a desaparecer del todo dentro de nada...
-Mejor para ti Ki- sonríe triste-.
Pasan cerca de nosotros aunque no nos ven Sam y otra chica, él cogiéndola de la mano y susurrándole cosas al oído y ella sonrojada riéndose.
-Ahora si que le odio del todo.
-No confies en él...
-Ya...-digo y me separo de él- ¿qué tenias que decirme?
-Yo pues...-me mira un poco inseguro-.
-Dime.
-Pues lo primero te quiero, te quiero mucho, muchísimo. Y no como los amigos que hemos sido siempre.
-M-marcos...de...¿de verdad?-pregunto confusa y sorprendida-.
-Claro, y lo segundo me mudo, me voy a vivir a Barcelona por el trabajo de mi madre, lo siento. Me voy esta tarde, siento no haberte avisado antes.
-¿¡¿¡¿Qué?!?!? N-no, tú...¿¿Barcelona?? ¡E-está demasiado lejos!-grito echándome a llorar-.
-Lo siento, yo también quiero quedarme pero...no puedo- explica abrazandome con fuerza-.
-S-siento todo lo de Sam, siento ser siempre tan molesta, siento contarte todos mis problemas siempre, lo siento. Y....y odio las despedidas...
-Lo sé... y no lo sientas- me levanta la cabeza y me mira a los ojos- Te quiero princesa.
-Y-yo a ti también- digo llorando cada vez más- Mucho.
-Pero no estás segura de si en el mismo sentido que yo ¿verdad?-sonrie triste- Espero conseguir que la duda desaparezca.
-Me conoces demasiado bien-digo mientras sigo llorando-.
-Quiero conocerte aun mejor...-susurra a la vez que me acerca a él poniendo sus manos en mis mejillas y me besa con ternura y cariño-.
Siento como se acelera mi corazón, cierro los ojos y apoyo mis manos sobre las suyas.Él sigue besandome con todo el amor que alberga su corazón y yo le beso dejando salir mis sentimientos, lo que siento por él, sea amor como el suyo o sea cualquier otro tipo de amor. Siento una lágrima en los labios, entre los de Marcos y los míos y me doy cuenta de que está llorando. 
-T-te quiero pequeña, te voy a echar de menos-susurra con las mejillas llenas de lágrimas y aun rozando mis labios-.
-Y yo a ti-digo en el mismo tono y apoyo mi frente contra la suya- siempre vas a estar conmigo, al menos en mi corazón-afirmo limpiando sus mejillas de lágrimas-.
-Y tú conmigo Ki, siempre- dice suavemente-.
-Siempre...juntos...-murmuro echándome a llorar sin poderlo evitar-.
-Siempre- asiente él y me da otro beso con más dulzura aun que el anterior-.
Le beso dejando salir toda la tristeza que siento por perderle. Se separa con lágrimas en los ojos, al igual que yo:
-Adiós princesa...Ki...adiós.
-A-adiós, siempre juntos, recuerda. Adiós.


4.

Llego pronto a clase pero no veo a Marcos y enseguida se me acerca Sam. Me pone la mano en la cintura y yo, incapaz de moverme, me quedo mirándole y notando como me pongo más y más roja. Él me mira como si fuese lo más normal del mundo y sonríe de esa forma tan extraña que tiene de hacerlo.
-Hola-me saluda-.
-Eh...hola-respondo embobada mirando sus brillantes ojos-.
-¿Vamos a clase?-dice acercándome más a él y sujetándome por la cintura-.
-C-claro-contesto nerviosa y algo incómoda-.

Vamos hasta la clase, él rodeando mi cintura con su brazo y yo recostada en él muy roja. Noto como nos miran y hacen comentarios pero simplemente me dejo llevar por Sam que me guia por los pasillos. Nos sentamos juntos pero yo no consigo mirarle de la vergüenza que siento, él me está mirando y yo lo noto pero...no puedo, estoy demasiado roja y el contacto, la sensación de estar apoyada el él, sentir que le importo y que le da igual lo que piensen los demás de eso es demasiado genial para que sea cierto, debe ser una especie de broma y yo sigo aquí, mirando al cuaderno con el pelo tapándome la cara, más tímida que nunca. Él me coge de la barbilla haciéndome mirarle y me mira dulcemente:

-Estás tan mona así...tan tímida...
Cierro los ojos un momento intentando relajarme, los vuelvo a abrir y veo esos enormes ojos azules, me bloqueo y no puedo hacer más que mirarle. Él me acaricia suavemente la mejilla y yo sonrío, me atrae hacia él haciendo que apoye mi cabeza en su hombro y me rodea los hombros con el brazo. Nos quedamos así un rato largo, muy, muy largo pero llegan más alumnos y la profesora, me aparto lentamente e intento concentrarme en la clase.
Cuando terminan las clases de las primeras horas salgo y oigo:
-¡Ki...!
-Hola-digo sonriente al ver que es Marcos-.
-Hola-me responde con gesto raro-.
-¿Sabes lo que...
-¿Qué hacías con el chico nuevo?-me corta algo desconfiado-.
-Eh..nada, creo que...le he caído ¿bien?
-Si, un poquito más que bien- dice molesto-¿te gusta?

¿Me gusta?¿Por qué no me lo había preguntado nunca antes? Es muy guapo y...me trata muy bien y tiene esos ojos tan...Vale, puede que me guste.


-Pues yo...em no se...puede que un poco-explico confusa-.

-Ya...-responde bajando la mirada-.
-¿Qué pasa?-le pregunto sin entender su actitud-.
-Nada-dice de pronto algo rojo-.
-¿Marcos?
-Nada, tranquila- intenta calmarme levantando la cabeza y dedicándome una sonrisa torcida, forzada-.
-Ey...no soy tonta, conozco tu sonrisa, la verdadera-le toco las mejillas-y no es esta.
-Tranquila, no pasa nada-dice mirándome con unos ojos tristes-.
-Mao...-susurro preocupada-.
-E-estoy bien-le tiembla la voz-.
Le abrazo con cariño:
-Mao puedes contarme lo que quieras...
-Estoy bien, de verdad-afirma sin temblores y se aparta de mi-.
-Eh...vale...-respondo aun desconfiada pero molesta por su forma de apartarse-.
-Voy a clase, adiós Kiara.
-Adiós-me despido sin entender bien que ha pasado. ¿Kiara?¿Mi nombre entero?¿Y esa forma de apartarse?¿Habré hecho algo?¿Y todas esas reacciones desconfiadas?

miércoles, 11 de febrero de 2015

3.

-Hola
Estoy sentada, sola, al fondo de la clase. Mientras escribía ha llegado un chico que no había visto nunca antes. Tiene unos ojos azules preciosos que resaltan bajo su flequillo oscuro. 
-Ehh...yo...¿hola?-digo mirando sus ojos embobada-.
-¿Puedo sentarme?-me pregunta señalando el sitio que hay a mi lado vacío- soy nuevo, he llegado hoy.
-Ah, eh claro-respondo apartando mi mochila de la silla-.
-Me llamo Sam-se presenta con una sonrisa brillante-...bueno, me llamo Samuel pero llámame Sam...Samuel no me gusta-rectifica pensativo-.
-Yo me llamo Kiara, Kiara a secas- solo Marcos me llama "Ki" y quiero que las cosas sigan así-.
-Encantado Kiara-dice mirándome de una manera algo extraña-.
-Igualmente-digo algo incómoda y saco el libro de lengua-.
Él aparta la mirada bruscamente y saca sus cosas:
-Kiara-sonrie de forma rara- la Kiara de la que todos hablan, la Kiara del cuaderno, la hostil y sentimental Kiara...¿esa Kiara?
-Esa Kiara-respondo de mal humor-no creo que vayas a conocer a muchas más Kiaras en tu vida...
-No pareces la persona de la que todos hablan-dice mirándome muy fijamente-.
-¿No?...-le pregunto-.

¿No podemos hablar de otra cosa? Para ser nuevo eres muy directo...Venga Kiara no le mires, si le miras te quedaras mirando esos ojos y no es el momento, no, no mires, NO MIRES...

-No, pareces mucho mejor de lo que dicen, sobretodo con lo guapa que eres, esperaba encontrarme una chica más...emo.
-Ah...pues esta soy yo supongo-¡¡¿¡¿Guapa?!?!! y...fin a la fuerza de voluntad, le miro-.
Él sigue mirándome y yo a él, ¿qué esta pasando?¿Por qué siento que estoy traicionando a alguien?¿Por qué siento que quiero conocerle más y ser la única que le conozca?
Sam me acaricia un instante el pelo pero en seguida mira hacia la profesora de lengua que acaba de llegar. Intento concentrarme en la clase pero él me da una nota:
"Kiara la supuesta antisocial y la única que me ha caído bien de esta clase."
Le respondo:
"Quizás es porque aun no me conoces..." 
Lo pienso de verdad, excepto Marcos a nadie que me conozca bien le gusta estar conmigo, aunque lo cierto es que nadie me conoce tan bien como Marcos.
Su respuesta:
"Quiero conocerte más, ¿me dejas?, creo que merece la pena intentarlo."
"Claro."-le respondo a pesar de que no estoy segura de si podré dejarle conocerme y de si será bueno para él.
Nos concentramos...relativamente en la clase, cuando termina me despido de Sam y voy con Marcos.
-Hey Ki, ¿qué tal?
-Bien ¿y tú?¿algo nuevo?¿alguna chica?
-Nah nada interesante- dice despreocupado, aun así noto que se le ensombrece la mirada cuando le pregunto sobre chicas-.
-¿Mao? ¿te gusta alguien?
-¿¡Qué?! ¡¡No!!
-¿Seguro?-pregunto suspicaz-.
-¡S-si!-intenta tener la voz firme pero le tiembla-.
-Maaaarcos venga ¡sabes que puedes confiar en mi!
-Si pero no me gusta nadie-se gira al oír el timbre mientras se sonroja- adiós Kiara.
-Eh...adiós.

sábado, 7 de febrero de 2015

2.

Llegué al instituto algo asustada pero decidida a no ceder a las criticas de mis compañeros. Me encontré con Marcos pero yo llegaba tarde y el ya estaba entrando en su clase, además de mi no tenía demasiados amigos, era un chico bastante solitario. Yo, en cambio, este año he conseguido tener una pandilla de amigas aparte de él. El problema era que ellas también habían leido el cuaderno que me quitó Mateo...no puedo odiar más a nadie que a él, es tan TAN insoportable... Siempre decidido a cargarse cualquier esperanza que yo tenga de hacer amigos, de encajar en algún sitio por fin, él la destruye.
Entro en clase y me siento en una esquina, sola pero atenta y dispuesta a atender como si el día anterior no hubiera pasado nada, como si el día anterior no hubieran leído todos mis sueños, mis frustraciones, todos mis sentimientos por todos ellos, todo lo que pensaba de cada persona...
¿Cómo no?, Mateo no puede aguantar las ganas de demostrar lo mal que me ha sentado que cogieran mi cuaderno.
-Vaya ojeras tienes ¿eh? Y los ojos irritados, ¿no habrás estado llorando?- dice con una sonrisa socarrona mientras toda la clase se ríe o me mira con desprecio y decepción-.
"No le des la respuesta que quiere...Vamos Kiara aguántate no le respondas, no te gires, por favor Kiara quieta." Me repito una y otra vez.
-La pobre Kiara estuvo un poco deprimida ayer por la tarde, venga Sandra, ¿por qué no la consuelas? Ah no, es verdad. Ella cree que eres demasiado pesada...Que pena- suelta mientras me mira-.
-Déjame joder...-responde ella de mal humor- No hace falta que me lo repitas y tampoco se para que intentas humillarla, está muy claro que ayer estuvo llorando, humillada está ya lo suficiente.
Miro a Sandra, me cae muy bien aunque es cierto que creo que es pesada pero... Bueno lo hecho, hecho está. Mateo sigue mirándome y haciendo bromitas con sus compañeros.
-No voy a negar que he llorado pero si alguno de nosotros debiera avergonzarse de algo ese eres tú por hacer llorar a alguien.- le digo seria y firme-.
Mateo abre la boca para replicar pero la cierra sin saber bien que decir y en ese momento llega el profesor de mates y empieza a corregir los ejercicios que mandó ayer, yo no los hice y me ha puesto un negativo. La verdad es que me da igual, he conseguido cerrarle la boca al imbécil ese y estoy bastante satisfecha.
Terminan las clases de primera hora y salgo sin hacer caso de los comentarios que no llegan enteros a mis oídos.
-Ya se va con su novio...-se oye una voz femenina.
-...se conocen desde pequeños y...-no llego a oír el final de esa frase.
-...tuvieron su primer beso.- al oír ese final de oración me sonrojo y echo a correr en busca de Marcos cuando me ve él:
-¡Ki! ¿Qué ha pasado?-pregunta preocupado-.
Rápidamente le doy la mano y tiro de el hasta un árbol, nuestro árbol. Nadie va 

allí nunca y nosotros siempre nos reunimos en ese lugar.
-Ki...-dice cuando ve lágrimas en mis ojos-.
-¡Estoy bien ¿vale?!-grito rompiendo a llorar-.
-Shh princesa...-me aprieta con fuerza contra su pecho y me acaricia el pelo-.
Yo lloro y lloro. Mojando por completo su sudadera.
-Vamos- me dice cogiéndome de la barbilla y levantando mi cabeza- Puedes aguantar esto y mucho más, y lo sabes perfectamente.
-Yo...Marcos, empiezo a dudarlo...-murmuro insegura aún con lágrimas en los ojos-.
-No lo dudes, eres muy fuerte-afirma justo antes de besarme encima del labio superior con dulzura-.
¿¡Qué?! ¿¡Y ese beso?! Estoy más roja que nunca y él me mira sonriendo, me ha encantado y tan solo ha sido un beso encima de los labios... De pronto me están viniendo demasiadas mariposas nuevas al estómago, demasiadas sensaciones, emociones y sentimientos nuevos...
Marcos me abraza y me limpia las lágrimas que quedan en mis mejillas. Yo le abrazo y me quedo así, confusa pero sonriente a pesar de las lágrimas que aún amenazan con salir.

viernes, 6 de febrero de 2015

1.

Las lágrimas ruedan por mis mejillas, no entiendo... ¿de dónde han salido? Soy incapaz de evitarlas,tengo que soltarlas sin más, sin preguntas, entre sus brazos. Él sabe como calmarme, abrazarme y simplemente esperar mirándome con gran ternura. Sigue ahí cerca, tan cerca que entendiende mis llantos, a mi lado, con unos labios que me dedican la más dulce de las sonrisas...sin poderlo evitar vuelvo a llorar sin comprender el motivo pero parece que él si lo entiende:
-Shh- susurra mientras me abraza- No pasa nada Ki.
-No entiendo que...-se me corta la voz en un sollozo-.
-Puedes desahogarte sin más, luego buscaremos los motivos-responde poniéndome un dedo en los labios haciéndome callar-.

Sigo llorando entre sus brazos y él me acaricia con cariño el pelo, Marcos, ese chico tres días mayor que yo en el que siempre en confiado... Pasa el tiempo y yo sigo sollozando con sus brazos apretándome contra su pecho hasta que se oye un ruido en la puerta, es mi madre, Marcos y yo llevamos un rato en mi habitación y pregunta si queremos algo de comer. Me aparto rápidamente de él y me limpio la cara, abro la puerta y veo a mi madre sonriente:
-No gracias mamá, estamos bien- digo haciendo mi mayor esfuerzo por sonreír-.
-¿Seguro?, bueno vale- me da un beso en la frente y se va enseguida-.

Marcos me mira: 
-Kiara- dice serio- ahora si, ¿qué pasa?
-No lo sé- intento parecer fuerte pero me tiembla demasiado la voz-.
-¿Crees que podrás aguantar ir a clase?
-Claro que podré.
-Eso espero...-me da un beso protector en la frente y me revuelve el pelo- Tengo que irme a casa, es bastante tarde, nos vemos mañana.
-Adiós Mao- digo usando el apodo que le puse cuando erámos pequeños y sonrío a pesar de las lágrimas-.
Se gira y me mira algo sorprendido- Adiós Ki- se va dejándome sola con mis pensamientos-.

Me escondo bajo las sábanas... Sé por qué me ha preguntado lo de volver a clase, no soporto que la gente me juzgue, no puedo aguantarlo y el lo sabe. Ahora todos me juzgan más que nunca, estoy deseando quedarme aquí, esperar a que Mao vuelva y me abrace de nuevo, no tener que volver allí nunca más... Allí donde todos leyeron lo que había escrito en ese cuaderno...mi "diario". El único que sabía que existía era él...Marcos, había leido algunas partes pero si yo no quería el jamás preguntaba, es demasiado personal, todos mis sentimientos, ahora todos saben lo que hay ahí...todos.